sábado, 21 de junio de 2008

Interpelación a los Ministros de la SCJN



EN LAS AUDIENCIAS PÚBLICAS SOBRE EL ABORTO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN HA QUEDADO EN CLARO QUE, TRAS LA MÁSCARA DEL LAICISMO, SE ESTÁ SUSTITUYENDO A LAS LEYES TRADICIONALES DE OCCIDENTE FUNDADAS EN LOS DIEZ MANDAMIENTOS POR EL TALMUD DE BABILONIA DEL RABINATO JUDÍO. CÓDIGO QUE NOS CONDENA A MUERTE POR CREER EN JESUCRISTO COMO YA LO ESTÁ HACIENDO CON LOS NONATOS.

I
Interpelación a los ministros.

En cinco sesiones de elevado costo presupuestal, programadas para celebrarse entre las diez y media y la una de la tarde los viernes cada quince días, y por canal de televisión propio conectado al Internet, se abrumó a los oyentes interesados con los pareceres y discordares más variados sobre la reproducción humana y sus consecuencias jurídicas, pareciera, con el objeto de confundir el más elemental de los problemas. Y, al soslayarse de plano el derecho penal, dejando fuera de estas audiencias al suscrito que reclamaba la injusticia que se estaba cometiendo, la impunidad de los criminales, y la continuación del genocidio, han dejado en claro ustedes, ministros, una complicidad mal disfrazada cuyo origen es necesario denunciar, y que aquí procedo a publicar.

¿Dónde hubo un compareciente, ¡oh ministros!, que reclamase cárcel para Círigo y cómplices con fundamento en el Art. 149 Bis del C.P.F., delito de Genocidio como lo tengo denunciado en este mismo blog? ¿Dónde uno que reclamase la aplicación del tipo penal homicidio para la mujer que así mataba, y de homicidio múltiple para cada “médico” y sus asistentes? Si el negociazo de la industria abortista está en clínicas privadas, en clínicas del estado tiene el agravante de estar pagado con nuestros impuestos.

Como ministros de la Suprema, al dejar fuera la ley penal se han hecho cómplices de criminales. Al admitir el caso en la SCJN para discernir entre delitos conforme a la Constitución, y delitos contrarios a la misma, han cometido la máxima traición a sus investiduras tildando de delincuente a la Constitución, a la que en vez de servir, así calumnian.

Se proyecta una nueva Constitución, es rumor persistente.
¿Qué hay detrás de esto? Una nueva constitución ¿al servicio de quién y por qué?
En este mismo escrito lo dejaré en claro con sus pruebas; y con ello lo que dividirá en dos al mundo entero; asunto que es ya, en gran parte, historia.

Argumentos ad-hominem, de infantil comprensión.
En la segunda Audiencia Pública compareció Víctor Círigo ante ustedes, el fautor entre otros de la ley genocida para tratar de convencerlos de que se puede dar muerte a un embrión sin dañar a persona alguna; ya que según él; ellos, todos los de su partido, el embrión ¡no es persona!
Y por consiguiente ¡se le puede matar!
Se abrieron más los ojos…Se cayeron las quijadas, ¿vendría Círigo a pedirles sus renuncias? Porque no se puede ser ministro, sin ser antes persona.

Silogismo I: M.- Se puede matar a todo embrión por no ser persona.
-------------------m.- Los 11 ministros de la SCJN fueron embriones
-------------------C.- Se les pudo matar por no ser personas

Cara a la nación, y en la próxima audiencia pública, expliquen ustedes en virtud de que son ustedes ministros de la SCJN ¡sin ser personas!

Silogismo II: M.- El delito de homicidio solo tutela a las personas
--------------------m.- Se les pudo matar por no ser personas
--------------------C.- Se puede matar a los 11 sin cometer homicidio

De que el Diablo está peor que el burro no hay duda, ¿y ustedes, ministros, se habrán visto en el espejo?

Es también de infantil comprensión, como lo fue para el Constituyente, que el momento de la concepción es el acto sexual.

Silogismo III M.-Sólo puede destruirse lo que existe.
--------------------m.-Los 11 pudieron ser destruidos con anticonceptivos.
--------------------C.-Los 11 estaban ya en el acto sexual de sus padres.

Silogismo IV M.-Se está (existe), sólo a partir del momento de la concepción.
-------------------m.- Los 11 estaban ya en el acto sexual de sus padres.
-------------------C.-El acto sexual de sus padres fue el momento de su concepción.

Conclusión final: El homicidio ‘privar de la vida a otro’ puede darse igualmente por medio de anticonceptivos que por aborto, que por cualquier medio posterior por retrasado que pudiera llegar. No es posible castigar unos homicidios sí, y otros homicidios no, sin perdida total de la equidad; del sentido, y de la racionalidad del derecho. De su ampuloso teatro tergiversador de valores, leyes y situaciones, como se dio en todo momento y sin cortapisa alguna, debe quedar en claro contra los bestiales reclamos escuchados que ninguna mujer es libre de fornicar como una bruta, para seguir asesinando como una fiera; porque nadie es dueño ni siquiera de sí mismo sin la responsabilidad correspondiente. ¿Cuál de ustedes ministros es dueño de su cuerpo para emborracharse, drogarse, y tomar el volante impunemente? ¿Por qué entonces admitir tal farsa?. El acto sexual es el de suma responsabilidad social al gestarse dentro de la sociedad y para su beneficio. La continuidad del colectivo la tutela el Art. 149 Bis del CPF.

El fundamento del tipo penal genocidio al que hace referencia dicho artículo radica en lo que somos: individuos, singulares, irremplazables e insustituibles de la especie humana. Este sólo hecho debiera recordarles que no tienen justificación alguna al haberlo, en sus efectos, derogado; al obstaculizar la justicia con su indebida intromisión en vez de exigirle al Procurador General de la República su acción inmediata.

Por si todavía fuera necesario…
Por supuesto, señores ministros, que se puede destruir lo que todavía visiblemente pareciera no existir; y dado que existe por el acto sexual no se puede dejar fuera a este, para que la responsabilidad del momento mismo de la concepción --de ser posterior-- quedara en lo aleatorio, y en horas tan distante como para haberse olvidado el compromiso con la vida que sólo se contrae por medio del acto sexual mismo. Toda la teoría de las obligaciones en derecho reclama este momento como base. Y como el caso demuestra ante la demencia de Círigo, sus cómplices y semejantes; la visión de lo completo resuelve, donde la impotencia de la mente embrutecida y el corazón mermado lo confunden todo, al grado de negar implícitamente el existir del tiempo. ¡Que pobre inteligencia y negro corazón el de estos infelices que no alcanzan a ver un semejante, a pesar de haber sido en todas las etapas de su gestación, sus pares!

Reforzando
Para ser precisos, hay en este momento seis mil millones más X habitantes sobre la tierra; con el mismo número de anticonceptivos eficaces estaría la humanidad tan extinta como los dinosaurios. Conclusión: la humanidad existe por falta de oportunos anticonceptivos en cantidad suficiente; de manera, que lo que la contraparte llama salud por el condón, la ley lo llama genocidio.

A pesar de que todos provenimos del acto sexual --lo que hoy hasta los niños saben-- pretenden muchos confundir hecho tan sobrio porque hay actos sexuales que son genéticamente estériles. Esto no debería extrañar a nadie, ya que tampoco todos los cigotos llegan a ser embriones; ni tampoco todos los embriones llegan a ser fetos; ni tampoco todos los fetos han llegado a término. Igualmente, tampoco todos los niños de un año llegan a cumplir dos, ni todos los de dos, tres. Etc.; con lo que demuestran los hechos que la vida es un andar a cada instante del brazo de la muerte. No hay excepción. Habiendo óvulo fertilizable el delito es homicidio; no pudiendo constatarse subsiste la tentativa. No podemos castigar unos homicidios si, y otros homicidios no; y menos aún dependiendo del arma que se utilice, ya que lo que se castiga es el hecho de privar de la vida a otro; y no la forma en que se comete, lo que en última instancia quedaría para los agravantes.
Pero tómese nota, que los seis mil millones más X existen por el acto sexual sin anticonceptivos al que se refiere el primero constitucional. Admítase, igualmente, que no habiendo dos individuos iguales siquiera en nimiedades como las huellas digitales, tampoco puede suponerse que se hayan dado dos actos sexuales genéticamente iguales.

El mito del laicismo
Su cultura, ¡oh sabios de la Suprema!, les permitirá recordar que el derecho nació de las religiones, ha subsistido en ellas, y de ellas recibe su fuerza. Recordarán el hecho como religioso, --a menos que alguno ose sustentar la peregrina tesis de que al Sinaí bajó el Altísimo, y subió Moisés, ¡en misión laical!--, que esos Diez Mandamientos han fundado y regido los códigos del mundo civilizado, hoy en peligro ante leyes diabólicas. Y con ello, que el sexto mandamiento: “no fornicarás” es la continuación del quinto “no matarás;” al que se encuentra ligado por las obvias razones que acabamos de ver.
Con relación a las antípodas en que discurre la contraparte, ¿acaso no pregunté a los once en mi último escrito del 20 de febrero de 2008 si no habían caído en cuenta de los sacrificios humanos de inocentes que el satanismo venía realizando a través de la historia como razón para promover el aborto feticida? ¿No deja esto en claro la farsa del laicismo?

Pero la catolicidad contra la que se arremete en distintas embestidas es un conjunto que sólo puede valorarse como tal, proponerse como tal, y defenderse como tal; ya que es íntegramente tal cual es y no menos. Sólo así puede defenderse exitosamente de las burradas de un penalista que afirma que es mejor despenalizar que ver la ley en el ridículo; recordando, gracias al ridículo del penalista, que la gestión del orden ha fracasado por la corrupción de las cúpulas que garantiza la corrupción de lo demás. A esto, la catolicidad responde que nada escapa a la visión de Dios; que de la justicia de Dios no escapa nadie; y que la pena eterna del Infierno deja en nada cuantos castigos y torturas podamos inventar los hombres.
¿Y cómo defiende la contraparte sus tesis? Negando como idiotas, sólo negando, sin más por no poder más; se amparan en el caos por tener mentalidad de caos; que Dios no existe, que el Infierno no existe. Y dentro de su negatividad y de su caos ¿Qué subsiste de lo humano en ellos? ¡Lo hemos visto gracias a sus Audiencias públicas! Círigo, que afirmaba que sus oyentes no llegaban ni a personas.

Decían preocuparse por las pobres. ¿Sería cierto? ¿De verdad querían despenalizar el robo para que pudieran ponerse a mano? ¡De ninguna manera y menos a costa de sus bolsillos! Solo manifestaron sed de sangre, de los mortíferos servicios a que podrían acceder las pobres como las ricas, subrayo: solicitaban despenalizar el feticidio, no el robo para igualar fortunas, sino el mayor de los crímenes para dejarlas igualadas en su abestiamiento. ¡Sed de sangre! ¡Sed de fieras! ¡Y mentiras! ¡No pueden decir verdad!, porque no hay verdad en ellos. Entiéndase: no pueden… Señores ministros que hasta ahora han obviado el derecho penal, ¿podrán, al menos recordar que la temibilidad del sujeto es esencial al fallo de todo juez penal?

Compareció igualmente quien se ostentaba como católica por el derecho a decidir. Concentrémonos en "el derecho a decidir:" ¿café, o te? ¡Su derecho a decidir! Lugar a vacacionar, profesión o estado civil... decidieron, o decidirán... ¡su derecho! ¿El derecho a asesinar o no asesinar? Eso ya no es un derecho, señores, ¡que les pasa? ¡Eso es un delito! ¿Transmugrar el embeleso del amor maternal en odio asesino contra un hijo, es lo mismo que café o te, jueces de la Suprema? ¿Es o no este el mayor de los crímenes?
¿Sé puede ser católico por avalar el homicidio contra el quinto mandamiento? ¿El feticidio a pesar del canon 1398 que establece la excomunión automática, tras lo cual ya nadie puede ser considerado católico? Destruir el freno moral que es el único que tutela la vida naciente ¿no es procurar abortos que necesariamente tendrán lugar? ¿No es esa la intención? ¡No pueden decir verdad!, porque no hay verdad en ellos.

Confirmamos con la cantaleta de todos los de la contraparte sobre el "derecho a suspender el embarazo"... ¿Qué les hubiera parecido la prensa reportando que habían suspendido la caída de Sadam Hussein como forma de ocultar que tenía una soga atada al cuello? ¿Suspender el embarazo? Y seguía el desfilar de la mentira.
Pues así ocultaba la contraparte en su desfile ante ustedes y en todas sus sesiones el odio homicida en que habían transmugrado el amor maternal; como si fuera lo mismo el derecho a suspender la dieta que el derecho a asesinar. ¿Café o te, y el derecho a suspender la fiesta? ¡No pueden decir verdad! porque no hay verdad en ellos. Y luego para concluir conque la contraparte reclama que la mujer puede decidir sobre su cuerpo, justo cuando dejó de ser su cuerpo ¡porque ya es el cuerpo de su hijo! ¡No pueden decir verdad! porque no hay verdad en ellos.

Privar a otro de la totalidad de su vida ¿es el menor de los crímenes? Transferir la pena de muerte del derecho público al derecho privado para obviar la Constitución que tal prohíbe ¿es el menor de los crímenes? Ya tampoco pueden decir verdad, ministros, ¡porque no hay verdad en ustedes!
Para entender la importancia de la religión veamos ahora la cita completa de lo que dijo Jesús a los judíos: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Este era homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él; cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira”. (Juan 8:44)

Y la contraparte --sacrificios humanos incluidos-- que se ha ocultado por siglos tras la máscara del laicismo es el Talmud de Babilonia; un código completo que tiene más de 1500 años, y que al igual que la Iglesia tiene que ser tomado en serio en su conjunto; ya que, como debiera ser evidente, los códigos existen para su aplicación integral.


II
La contraparte

El Talmud de Babilonia
En el Internet aunque sólo en inglés, pero de fácil acceso para todos aparece lo siguiente:
Defend Judaic Law!
"Judaic law is coming to America! It is being welcomed by President Bush and the Supreme Court. Read all about it on the Internet: http://www.come-and-hear.com/
For the first time, large sections of the Talmud, the Jewish book of Holy Law, are on the Internet. Learn how to defend Judaic law against ignorant criticism. Learn how the Talmud will affect our society and culture. Read what the Talmud says about:
• Religious Freedom
• Atrocities & Just Wars
• The Death Penalty
• Marriage
• Sexual Fulfillment
• Divorce
• Pederasty and Homosexuality, and
• The Special Place of Gentiles in the Coming Age "
http://www.come-and-hear.com/
Siguiendo esta dirección se podrán comprobar las citas del Talmud de Babilonia a que se alude en el texto que sigue al prólogo

Prólogo.
En “Jewish Attitudes Towards Abortion” que se localiza en:
http://caae.phil.cmu.edu/Cavalier/Forum/abortion/background/judaism1.html#II
Notes on David M Feldman, “This Matter of Abortion”, ch. 9, Health and Medicine in Jewish Tradition. L’Hayyim – to Life (New York: Crossroad, 1986). Se citan las obras del rabino Dr. David M. Feldman quien afirma que: “leyes estrictas contra el aborto son violatorias de los derechos religiosos de los judíos”. Y resumiendo, que: “mientras que la opinión rabínica no es totalmente uniforme en cuanto a las circunstancias, allí donde la salud, vida y bienestar de la madre se ven amenazadas de completarse la preñez con el nacimiento del feto, el aborto es admisible, y aún obligatorio en ciertos casos”.

Lo saben mejor que nadie, ministros de la Suprema, que un mismo territorio no puede regirse por códigos contrapuestos, por el cual uno de ellos permita lo que el otro condena, razón por la cual luchan incansables para promover su Talmud de Babilonia derogando el Código penal tradicional de la Cristiandad.

Casi todos los argumentos hasta hoy usados por los partidarios del aborto están calcados del rabinato judío. Por ejemplo, el argumento de que el feto es parte del cuerpo de la madre proviene de Salomon ben Isaac, mejor conocido como Raschi, un rabino del siglo XII nacido en Troyes, Francia; quien dogmatizó para los judíos que el feto es como el muslo de la madre.

El rabino Feldman es claro al respecto; partiendo sólo del derecho positivo señala que mientras el aborto no quede establecido como homicidio, entonces, “yo diría que la ley estatal (prohibiendo el aborto) viola los derechos de las mujeres; e iría aún más lejos para informar que los viola más aún de lo que pudiera pensarse, ya que en la tradición jurídica judía sobre el aborto, el bienestar de la mujer juega un papel mayor aún al que pudiera reclamar la Nacional Organization for Women (NOW). Un principio en la visión judía del asunto es tza’ara d’gufah kadim, consistente en que su bienestar, y el evitarle el dolor ocupan el primer lugar. Por tanto, las indicaciones de la madre cuentan donde las indicaciones fetales no cuentan… No se trata de que el feto tenga derecho de nacer o de que el marido tenga derecho a su hijo, sino que es el bienestar de la madre el que ocupa el primer lugar, y para algunos es la única consideración a tomarse en cuenta para un aborto.”
Para desarrollar su caso, insiste Feldman en que no hay mandamiento que diga “no matarás”; el mandamiento es “no asesinarás” ya que se admite matar en legítima defensa. Pasa a considerar el caso de un agresor, o rodef, para señalar que el Talmud considera tratar al feto como rodef, cuando la continuidad del embarazo pone en peligro la vida de la madre; como no le puede asignar intencionalidad al feto, se apoya en el hecho de que el feto no es aún persona humana, y cita Sanedrín 72b. Todo lo anterior para admitir que se da muerte pero que no se asesina.

Y así termina aclarando todo el rabino: “… la distinción crucial entre matar y asesinar depende de la definición y estado de la vida que se toma – definición que, como observa Feldman, es metafísica y religiosa, más que científica: Y la diferencia entre la vida fetal y la vida humana no la determina el biólogo o el médico, sino el metafísico. Es la determinación de la cultura o de la religión la que declara no cuando comienza la vida, sino cuando esta comienza a ser humana.”

Queda de esta manera aclarada la intervención de Círigo en particular, y de toda la contraparte en general; y señaladamente la de la participante que afirmó ante ustedes que su posición tenía ‘la virtud de no estar fundada ni en la religión ( se sobreentendió católica), ni en la biología’.

Como podemos apreciar ya a estas alturas, si sólo un decreto rabínico puede establecer el cuando, también será el único para establecer el que. De dichos decretos dependerá que usted sea o no sea humano, y el Talmud, como veremos en su momento, se declara en contra de la humanidad del no judío. A estos efectos aclara el rabino Feldman en la parte IV del mismo artículo, “It’s not when the soul enters, it’s what kind of soul enters” "No es el cuando entra el alma en el cuerpo, sino el tipo de alma que entra"; llevando con ello el tradicional racismo judío ¡hasta el alma misma!

Tenemos ya la relevancia de lo actuado en estas audiencias públicas, los porqués de la negativa a admitir la obvia humanidad del nasciturus (del latín ‘por nacer’). La negación contra lo obvio de su persona, y los argumentos feministas y feminoides contra la realidad que entendemos como verdad; verdad que para el sistema que se pretende imponernos no importa lo que el feto sea, o deje de ser; sino el capricho de un libro con el que se quiere regir al mundo y sus autoridades, los rabinos como motor de los demás judíos en general.

Otra fuente en Internet (When Does Human Personhood Begin? -- ¿Cuándo comienza la Personalidad Humana?) http://www.religioustolerance.org/jud_abor.htm informa que la Halacha (Ley Judía) define cuando un feto se vuelve un nefesh (persona). “…un bebé…se convierte en un ser humano pleno cuando la cabeza sale de la vagina. Antes de eso se le considera una vida parcial.” Y cita al Talmud de Babilonia Yevamoth 69b que establece que el embrión es considerado mera agua hasta el día 40; en adelante es considerado como infrahumano hasta que nace. Lo interesante es que para minimizar el valor del feto se fundan en Exodo 21:22; el caso de una riña entre dos hombres en que la mujer encinta es golpeada accidentalmente y pierde al hijo. El responsable del accidente debe indemnizar al marido con lo que le pida, o se determine en juicio. Pero si muere la mujer se aplica la ley del talión --ojo por ojo, vida por vida--, el responsable es condenado a muerte; de donde concluyen la abrumadora diferencia entre la vida del no nacido con la de la madre (persona nacida ya). El error es obvio, ya que se trata de muerte accidental; de morir la madre, lo que implica un golpe mucho más severo ya no se puede creer que se trate de un mero accidente; lo que se supone es la intencionalidad. De esta manera la ley del talión venga ambas vidas, lo que la pena de muerte por un mero accidente no justificaría jamás. Queda en evidencia igualmente que en la Biblia no aparece un solo caso de aborto intencional, que habría sido el precedente obvio a mencionar de existir uno. Los razonamientos rabínicos son tan asombrosamente deficientes como para reducirse a pura afirmación dogmática como veremos en adelante, y contribuye a dejarlo en claro los centímetros transformantes de un infrahumano a una persona. Centímetros que condujeron en los EE.UU. al llamado “Partial Birth Abortion” por el cual se tronaba la cabecita del bebé antes de que saliera el centímetro extra requerido para que fuera persona; cafrada que finalmente se suspendió ante el horror provocado.

El choque entre el Evangelio y el Talmud de Babilonia
Las referencias a Talmud y rabinos radican en: http://www.come-and-hear.com/
La Biblia Cristiana, cuya ley mosaica data de hace más de tres mil doscientos años estaba ya en conflicto con los fariseos de tiempos de Jesucristo, de lo que el Evangelio no deja duda. La tradición oral fue condenada severamente por el Señor como tradiciones de los antepasados, tradiciones de los hombres. Afirma en Mateo 15:3: “El (Jesús) les respondió: «Y vosotros, ¿por qué traspasáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? –y concluye en Mateo 15:6-9 “Así habéis anulado la palabra de Dios por vuestra tradición. Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías cuando dijo: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres.»”.
El rabino Michael L. Rodkinson dice a este respecto: “El Talmud …es la forma escrita de aquello que, en tiempo de Jesús, se llamaba la tradición de los antiguos, y a la cual él alude frecuentemente.” Sin embargo, la Biblia no entra en detalles sobre el porqué Jesús les llama “sepulcros blanqueados que por fuera se ven hermosos, pero por dentro están llenos de de huesos y de podredumbre de cadáveres.” (Mateo 23:27) El Talmud de Babilonia aclara el asunto. Veamos algunos ejemplos tomados de asuntos actuales comenzando por la pederastia recordándoles, ministros, que los códigos no se imponen para su aplicación parcial, sino integral: Tratándose del sexo masculino, la pederastia se admite legal con tal de que el niño tenga menos de nueve años y un día. Esto se encuentra en el tratado Sanedrín 54b. Tratándose del sexo femenino, una niña puede ser tomada en matrimonio por un sacerdote a la edad de tres años y un día, Yebamoth 60b.
En dos tratados: Kethuboth 11b y Niddah 45a, sostienen los rabinos que un hombre adulto puede realizar el coito con una niña, siempre y cuando sea menor de tres años, ya que a esa edad recupera su virginidad naturalmente. En relación al conocido asunto bíblico por el cual el hermano debía tomar a la viuda sin hijos para dar descendencia a su hermano, la sorpresa que reserva el Talmud es por la edad. Establece el tratado de Sanedrín 55b, que una doncella de tres años y un día puede ser tomada en matrimonio por medio del coito; y si el hermano de la viuda cohabita con ella, le pertenece de esta manera en adelante.

Igualmente, se ha comentado con sorpresa que Freud no era original como se pensaba. Ni siquiera al escribir sobre su ‘Complejo de Edipo;’ ya que Sanedrín 69b autoriza a la madre que procura su lascivia a acercarse a su hijo, con tal de que este tenga menos de menos de ocho años de edad. Por medio de Freud se estaba preparando al mundo a recibir el Talmud bajo el barniz de la ciencia; pero todo el pansexualismo freudiano hace referencia al ambiente en que nace, se desarrolla y crece el pueblo judío, tan contrario a Cristo y a la ley de Moisés como pone en evidencia el Evangelio: “Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valiera que le colgaran al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundieran en lo profundo del mar”. (Mateo 18:6)

El Apocalipsis profetiza el contenido del Talmud
El Talmud de Babilonia, su versión oficial, se escribe entre los siglos segundo y sexto de la Era Cristiana. Se le considera concluido para el año 500 D.C. Mahoma tiene noticias de él 700 años antes que la Iglesia Católica; e indignado por las calumnias contra la Santísima Virgen denuncia en el Corán que los judíos han levantado contra ella una calumnia tremenda. (Corán: sura 4, aleya 156), y le da el título de “Bendita entre las mujeres de todas las naciones” (sura 3; aleya 42). El Corán le dedica todo un capítulo, o Sura que lleva su nombre: María. Reconoce la concepción Virginal de Jesús a quien da en árabe el nombre de Isa; le considera un gran profeta y lo sitúa en el cielo. No admitiendo su crucifixión y muerte tampoco admite su resurrección. La madre de Mahoma no recibe elogio alguno en el Corán, y saben los árabes que Mahoma está sepultado en Medina.

Las blasfemias contra Jesucristo en el Talmud corren parejas a las lanzadas contra su Santísima Madre. La Iglesia se entera hasta el año de 1242; y los maestros en teología de la Universidad de Paris resumen en su Excerpta Talmudica el año 1246: “Por un especial designio de la Divina Providencia, los errores, blasfemias, y ultrajes contenidos en el Talmud han escapado a la vista de los doctores de la Iglesia hasta ahora. La muralla ha sido removida al fin, y pueden verse con claridad los reptiles, los ídolos abominables que adora la Casa de Israel”.

Los papas fueron unánimes en su condena y el Talmud fue quemado incontables veces hasta la debacle del CVII. Concilio profetizado por la Santísima Virgen en La Salette: “Roma apostatará de la fe y se convertirá en la Sede del Anticristo” que señala ya próximo lo anunciado en el Evangelio:

«Cuando veáis, pues, la abominación de la desolación, anunciada por el profeta Daniel, erigida en el Lugar Santo…” (Mateo 24:15)

El asunto era incontrovertible por el Apocalipsis:
“Conozco tu tribulación y tu pobreza - aunque eres rico - y las calumnias de los que se llaman judíos sin serlo y son en realidad una sinagoga de Satanás” (Apoc. 2:9)

“Mira que te voy a entregar algunos de la Sinagoga de Satanás, de los que se proclaman judíos y no lo son, sino que mienten; yo haré que vayan a postrarse delante de tus pies, para que sepan que yo te he amado”. (Apoc. 3:9)

Coronación del Evangelio que narra una lucha única; la lucha de Jesús contra la sinagoga, autoridades del Templo, escribas y fariseos . Esa sinagoga es identificada como el Anticristo; palabra que aparece sólo cuatro veces en la Sagrada Escritura, las cuatro en las epístolas de San Juan:

“¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Mesías (Cristo en griego)? Ese es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo”. (I Juan 2:22) La profesión del rabinato judío es negar a Cristo como Mesías y perseguirlo a muerte en sus seguidores.

Y el Apocalipsis remata con precisión matemática:
“¡Aquí está la sabiduría! Que el inteligente calcule la cifra de la Bestia; pues es la cifra de un hombre. Su cifra es 666”. (Apoc. 13:18) El cálculo es muy sencillo cuando recordamos que no había números arábigos, y que los más universales eran, al igual que hoy, los geométricos: todo mundo entiende que el triangulo representa tres, y el cuadrado al cuatro, etc. Hay tres tipos de figuras geométricas completas: La línea, el hexágono, y el triángulo. Seis líneas se cruzan, queda un hexágono al centro, y seis triángulos como puntas: la llamada estrella de David. Hicimos el cálculo, encontramos el número, encontramos un hombre: David.
Seis para las unidades, seis para las decenas, seis para las centenas = 666.

Y el remate último está en la Gran Ramera de Babilonia (Apoc. 14:8; 16:19; 17:5; 18:2; 18:10 y 18:21), el imperio del Talmud de Babilonia cuyas leyes pretenden imponernos. Las que impidieron la acción penal por genocidio y homicidio para no condenar dicho Talmud… ¡Lo que resuelve el misterio de su actuación de manera completa!

III
La Penetración del Imperialismo

Ya vimos la astucia con que el Talmud fue disfrazado de ciencia en el caso de Freud. El fracaso del psicoanálisis ha sido universal y está documentado espléndidamente desde hace años. Los siquiatras han apelado a la farmacología moderna para seguir en funciones, y como compendio del asunto basta con “La Falacia de Freud” de Martin L. Gross, Ed. Cosmos, Madrid 1978 (The Psychological Society en el idioma original).

Veamos un segundo caso:
“Afirmó adicionalmente el rabino Eleazar: ¿Cuál es el significado del texto de la Escritura “esto si es carne de mi carne y hueso de mis huesos? Esto enseña que Adán tuvo relaciones sexuales con toda bestia y animal, pero no halló satisfacción hasta que cohabitó con Eva”. (Yebamoth 63a) Podemos imaginar su apremio en los siglos segundo y tercero cuando el Cristianismo los arrollaba conquistando el mundo, de su necesidad por inventar mil fábulas, sus maquinaciones para conservar por la soberbia a quienes de otra manera abandonarían sus sinagogas; pero esta fábula en concreto, para diferenciar al judío del no judío por sus orígenes iba a provocar la más sonora carcajada. Pero los rabinos modernos creen a pie juntillas en su Talmud, en sus legendarios rabinos magos capaces de crear una ternera y comérsela; de crear a un hombre con su magia, y demás paparruchadas con las que pretendieron igualarse al Evangelio en sus milagros. Les ha urgido siempre refrendar en la credulidad --ahora del mundo-- lo que han enseñado por más de 1500 años; primero como ley oral, y después, en su Talmud, escrita.

Este fue el origen de Darwin, para disfrazar de nuevo las burradas de ciencia. Meter la palabra ciencia sobre un círculo cuadrado siempre da resultados. La palabra ciencia paraliza al ignorante; y el círculo cuadrado deja inerme al que no queriendo poner cara de tonto es capaz de afirmar que entiende; de ahí el éxito del darvinismo. Pero el hecho es que nadie ha visto a un mono transformarse en hombre, vaya, ni siquiera a un ratón volverse rata. Para colmos, ante la imposibilidad de aportar las pruebas que toda ciencia, para ser ciencia reclama; se les ocurrió el suicidio intelectual de refugiarse en los millones de años, como si no bastaran unos cuantos para demostrar que el tiempo lejos de construir destruye, dejando sólo arrugas, huesos áridos y ruinas. Que construya el hombre a través del tiempo, que haya progreso a través del tiempo, se debe al hombre, no al tiempo; tiempo que por sí sólo desgasta y destruye.

En la medida en que se pretenda introducir más tiempo y mutaciones entre el mono y el hombre, más necesario sería apelar a un direccionamiento firme para llegar a dicha meta, lo que sólo podría darse de hallarse la meta potencialmente en el principio, lo que haría del mono más hombre que mono para comenzar, contradicción que por si misma lo dice todo, gracias al tiempo; y más claro mientras más tiempo: refutado está todo el darvinismo, todo; toda la teoría de la evolución, ¡toda!

¿Pero que pasa entonces con la selección natural y la supervivencia de los más aptos de la que nadie duda? Cuando un guepardo persigue a una gacela en las planicies africanas a casi cien Kms. por hora, y la gacela más lenta pero más ágil logra evadirse muchas veces quebrando su trayectoria con movimientos rápidos, ambas especies ponen en evidencia estos principios y su perenne ejecución para conservarse en forma. ¡Para conservarse las especies en forma agotándose en esta meta su función! Lo agotado no da lugar a más, ni causa suficiente admite efectos extraordinarios como que salieran alas a los contendientes!

Lo único bueno que dejó el rebuznar de Darwin fue una reacción a su tontera; y con ella la prueba científica más asombrosa de la existencia de Dios. Prueba que se debe a un físico suizo llamado Charles Eugène Guye (+1942).
Todos recordamos que el orden prueba la existencia de un ordenador, pero Guye fue el primero en indagar el orden al nivel del átomo, y el resultado…¡veamos!

Vamos a hacer primero el experimento mental y después lo explicamos. Coloquemos mentalmente en un tubito de cristal taponado en un extremo mil bolitas blancas. Ahora metamos en él mil bolitas negras. Ahora colocamos un envase de cristal cerrando el otro extremo. Damos vuelta al aparato para que caigan todas las bolitas en el envase y agitamos para que se mezclen. Ahora vamos a meterlas de regreso como estaban, separadas las blancas de las negras; agitamos y las devolvemos al tubo tantas veces como sea necesario hasta tenerlas separadas de nuevo. ¿Sabe usted cuando lo íbamos a lograr? ¡Nunca!

Ahora vamos a explicar de lo que se trata: Las bolitas blancas y negras representan átomos de dos elementos, cuando la estructura mínima de la vida, una molécula exige cuatro; pero ordenarlas de regreso al tubo sería mucho más difícil con cuatro que con dos. La separación total es exagerada, pero es la idea, ya que el orden en los seres vivos es sorprendente. La asimetría requerida no es del cien por ciento como en el orden inicial de nuestro experimento, ¡pero sí lo es del 90%! Ahora precisemos: cientos de millones de moléculas caben en la cabeza de un alfiler, ¡y no podemos ni con una! La vida no puede ser fruto del azar, azar que jamás podrá explicar una sola molécula. Se ha insistido en este punto; quisiera insistir en otro más obvio: el problema para la evolución no radica sólo en construir. Por medio de nuestro experimento hemos constatado la facilidad para destruir. Montar el experimento costo mucha atención, materiales, tiempo y esfuerzo además de la ideación. Destruir el orden inicial tomó un instante, el necesario para voltear el aparato. Añádanle ahora el tiempo que quieran para que las cosas operen solas y por azar, se confirma: los millones de años son fruto de la desesperación, y casi tan divertidos como los harenes que le inventaron a Adán los rabinos.

Pero la prueba de la existencia de Dios sí es sorprendente. “Pues en Dios vivimos, nos movemos y existimos” (Hechos 17:28). ¿Cuál laicismo?

Veamos un tercer caso
Un hijo de rabino y nieto de rabinos nacido en Westfalia para culminar en Inglaterra, Karl Marx (1818-1883), fue con Engels y Lenín el autor intelectual de las mayores masacres de la historia. El Marxismo-Leninismo dejó en tiempos de Lenín cuatro y medio millones de sacrificados con un tiro en la cabeza por las Chekas; Gorbachov acepto oficialmente 45 millones de sacrificados en tiempos de Stalin. Otros argumentan cifras muy superiores, pero queda constancia de dos hechos históricos: Antes de la Primera Guerra Mundial el tema de conversación general era los efectos a esperarse en guerra de “las incontables reservas humanas de Rusia”, entonces próspero granero de Europa cuya extensión territorial era muy superior a Europa entera. A principios del tercer milenio el comentario era a la inversa; y se refería a que uno de los países más pequeños del mundo, Japón, alcanzaría a Rusia en población en unos 35 años; así de devastada por el comunismo había quedado la antes URSS de proporciones continentales y reservas humanas inagotables.
Estos son los orígenes del PRD que hace décadas fue el Partido Comunista, después el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), la sed de sangre le viene de nacimiento, ya que el talmudismo rabínico tiene varias derivaciones históricas, entre ellas el judaísmo medieval y moderno, la masonería, y el comunismo. ¿Quién dijo fraude electoral? ¿Acaso quedó patente ante el electorado los orígenes marxistas del PRD, su historia en el mundo de sangre, esclavitud, genocidio y robo; su intención siquiera de proceder en violación flagrante del Art. 149 Bis del Código Penal Federal? ¿Quién dijo fraude electoral? ¿Qué no fue el PRD?

El fraude marxista-socialista es fácil de entender con sólo señalar que ni sentido tiene socializar lo que no se puede usufructuar socialmente. Tiene mucho sentido convertir propiedades privadas en públicas para construir jardines públicos, por concordar su función con su destino; ¿pero puede alguien informarnos como puede el pueblo usufructuar las empresas privadas? El caso de PEMEX es típico: los cientos de miles de miserables que fueron a aportar sus pobres joyas, sus pobres ahorros y hasta sus gallinas a Lázaro Cárdenas para que indemnizara a la petroleras extranjeras no tuvieron un recibo; menos aún acciones o bonos de PEMEX, ni han recibido los más miserables de nuestros conacionales un centavo, pero en su ignorancia creen, que lo de “el petróleo es nuestro”, por “nuestro” se refiere a ellos como personas y no en exclusiva a los integrantes de la clase gobernante.

La explicación radica en la premisa fundamental del marxismo histórico “la propiedad privada es un robo”, ¿pero robo a quien? Veamos lo que dice el Talmud sobre la pertenencia hasta de los hijos: “Raba afirmó: En referencia a la afirmación rabínica que un Egipcio carece [legalmente] de padre, esto no debe imaginarse como atribuible a su excesiva indulgencia en su gratificación carnal, debido a lo cual no se sabe [quien es el padre], pero que de saberse, debiera considerarse. Ya que sin duda, aún tratándose de hermanos gemelos que tuvieron su origen en una gota que se dividió en dos, se afirmó en la cláusula final que ellos ‘ni participan en halizah ni contraen matrimonio levítico’. De donde debe inferirse que el todo Misericordioso declaró a sus hijos legalmente sin padre, ya que está [igualmente escrito] su carne es como la de los burros, y sus descendientes son como los descendientes de los caballos”. (Yebamoth 98a)

Es obvio que, quien no puede ser dueño ni de sus hijos por quedar clasificado como animal, tampoco puede ser propietario. En cuanto al término ‘egipcio’ es un comodín que como ‘canaanita’, ‘cuteo’, infiel e idólatra que se repiten como genéricos de no-judío, prueba adicional es que estos hijos quedan como ‘hijos del estado’ en todos los totalitarismos marxistas de Rusia y Europa Oriental en donde no había egipcios. La praxis confirma, y el Talmud da otras pruebas como en Baba Kama 37b referido a la compensación de cornear un buey a otro, que dependerá de si el afectado como propietario es un israelita, en cuyo caso si es exigible, al caso contrario en que no lo es. En Sanedrín 57a se permite retener el salario a un trabajador que no sea un israelita. La declaración genérica “la propiedad privada es un robo” señala a quienes se pretende despojar sin distinciones inconfesables, así como a quienes bajo múltiples disfraces y supuestas convicciones religiosas igualmente disfrazantes quedan en el poder político para usufructuarlo todo. Las purgas en Rusia, siempre de judíos por judíos, terminan por confirmar el hecho.


El primer fraude fue la Revolución Mexicana, financiada con dinero judío ya que ni los fusiles crecen entre los magueyes, ni las balas salen como espinas de los nopales; y su organización y el resto del financiamiento no van en costo a la zaga. Sus resultados por el minifundio, junto con los ‘créditos’ milmillonarios de los bancos agrícolas que pasaban a incobrables incontables veces y a bolsillos exclusivos, dejaron una miseria que abastece de mano barata a los EE.UU. ¡Miseria en el campo! ¡Importación de alimentos! ¡Éxodo de mexicanos! La etapa siguiente fue despojar de sus bienes raíces a sus propietarios, ley de congelación de rentas, para completar el despojo de un grupo mexicano y dejar toda la riqueza a los extranjeros ahora sin competidores entre las familias tradicionales.

Lo que no todos saben es que las revoluciones socialistas se llevaban a cabo en cumplimiento de las siete Leyes Noáquidas que los rabinos pretenden imponernos a los gentiles, y conllevan nuestra sentencia de muerte por adorar a Jesucristo. “Para los judíos, creer que Dios pueda ser hombre es la máxima herejía” (Rabino Shmuley Boteach, sobre el cristianismo.) – Minuth – Herejía, creer en más de un Poder, especialmente el Judeo-Cristianismo (Glosario del Talmud, Editorial Soncino).

Las Leyes Noáquidas
Al final de Sanedrín 56a se establece: “Nuestros rabinos enseñaron: siete fueron los preceptos mandados a los hijos de Noe: leyes sociales; abstenerse de la blasfemia; la idolatría; el adulterio; derramamiento de sangre; del robo; y de comer carne cortada a un animal vivo”.
De donde salieron estos preceptos queda explicado en Sanedrín 56b; en que el rabino Yohanan ‘prueba’ por exégesis de Génesis 2:16, que dichas leyes fueron dadas a la humanidad al momento de la Creación. Esta hazaña de la exégesis rabínica deja maravillado al rabino Dr. H. Freedman que dice: "Resulta quizás asombroso que un versículo, cuyo sentido literal es obviamente un permiso a disfrutar, pueda interpretarse como una serie de prohibiciones. Sin embargo, es la característica propia del Talmud: la libertad para disfrutar debe restringirse por consideraciones sociales y morales, y de hecho sólo alcanza su máxima valía cuando es así limitada” Veamos a lo que se refiere (las citas bíblicas de referencia y los subrayados y cursivas no aparecen en el original, son añadidos del suscrito para facilitar la comprensión.):

“GEMARA. … R. Yohanan contestó: El Escrito dice: ‘Y el Señor Dios mandó al hombre diciendo, podéis comer de todos los árboles del jardín. (Gen. 2:16) Y [El] mandó, se refiere [a la observancia de] leyes sociales, y por tanto está escrito Porque lo conozco, que el mandará a sus hijos y sirvientes de su posteridad, y guardarán el camino del Señor, para hacer juicio y justicia. (Gen. 18:19) El Señor – es [una prohibición] contra la blasfemia, por lo cual está escrito, ‘el que blasfeme el nombre del Señor sea condenado a muerte’ (Lev. 24:16). Dios -- es [una amonestación contra la] idolatría, por consiguiente está escrito: no tendrás otros dioses delante de Mi (Exodo 20:3). El hombre se refiere al derramamiento de sangre [homicidio], por consiguiente está escrito: aquel que derrame la sangre de otro, por hombre deberá ser derramada su sangre. (Gén. 9:6) Diciendo – Se refiere al adulterio, por consiguiente está escrito: Dicen Si un hombre repudia a su mujer, y esta toma otro marido (Jer 3:1) De todo árbol del Jardín –pero no por robo—podéis comer libremente (Gen 2:16) –Pero no carne cortada de animal vivo.

Con ese sistema parieron las 7 leyes Noáquidas:
1) Leyes sociales
2) No blasfemarás (Contra los cristianos)
3) No adorarás a los ídolos (Contra los cristianos)
4) No adulterarás
5) No matarás
6) No robarás
7) No comerás carne cortada a un animal vivo.

Imagínense, exegetas de la Corte, ¡lo que no podría hacerse siguiendo este sistema de exégesis con cualquiera de sus resoluciones! Una experta en el Talmud, la señora Elizabeth Dilling (+1967) dice al respecto: “Un tomar de aquí, para luego agarrar de allá, y los ‘sabios’ fariseos extraen sus significados diabólicos de versículos sin relación alguna; de un jugar con palabras y otras ñoñerías”.

La gravedad del asunto se ve de inmediato. Introducen 7 leyes de su invención para ocultar la única prohibición verdadera que se encuentra en el versículo inmediato posterior: Génesis 2:17, y que dice: «…mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio.» Con lo cual desaparecen un mandato divino y el pecado original (no creen los judíos en el pecado original); quitan todo significado a Génesis 3:15 que es clave fundamental y Protoevangelio cristiano; y dejan los diez mandamientos en un lugar ¿accesorio? Lo más grave es la eliminación del pecado original, sin el cual el hombre queda libre de la culpa de origen, trasladándose, en la apoteosis de la injusticia toda la culpa a Dios Creador por lo que sabemos bien son males obra de la voluntad del hombre. Este hecho absurdo basado en una metodología de risa explica el porqué, ante un ‘dios’ a quien puede culparse de los males del mundo da lugar a tanto ateísmo como se da entre los judíos.

Hemos podido observar del Talmud como en el caso de la pederastia, que no existe distinción entre el bien y el mal; todo depende de la edad, circunstancias etc., como forma de exaltar la autoridad rabínica que todo lo manipuló para establecer diferencias absolutas de las que no los hechos, sino sus caprichos-leyes son las que permiten o condenan. Los rabinos informan a su gente que siguen siendo inocentes sin importar lo que hagan (como que el único culpable vendría siendo Dios); y presumen los rabinos de ser ellos los misericordiosos ante la dureza divina. No tienen idea del Dios verdadero, y lo asombroso de su actuación y creencias, de no estar tan plenamente previstas, señaladas y condenadas por la Sagrada Escritura quedarían sin explicación posible.


Cuarto caso, el infanticidio como sacrificio a los ídolos
Los sacrificios humanos retomaron actualidad por la obra del profesor Ariel Toaff de la Universidad Bar Ilan de Israel, comentados en la red por Israel Shamir, hombre serio que fuera primer ministro de Israel en los ochentas: http://www.israelshamir.net/Spanish/Sp39.htm bajo el rubro “Las Pascuas Sangrientas del Dr. Toaff”.

La obra de Ariel Toaff, --hijo del que fuera Gran Rabino de Roma y heredero entre otros de bienes materiales de Juan Pablo II-- experto en el judaísmo medieval reconoce como ciertos los sacrificios de niños cristianos por brujos judíos, con el objeto de darles muerte ritual y lanzar conjuros contra la vida y bienestar de los cristianos. Esto debe recordarles ministros, las más que probables brujerías y conjuros contra nosotros los cristianos con cada niño sacrificado en abortos en nuestra patria. Este caso es confirmado por el sacrificio del Santo Niño de la Guardia que contara para la expulsión de los judíos de España; y los muchos otros casos similares que la historia registra.
Ahora bien, ¿qué dice el Talmud respecto a sacrificar a niños judíos a los ídolos? Todavía dentro de la Sagrada Biblia, siglos antes del Talmud, el salmista reprocha a los judíos de antaño que sacrificaran a sus propios hijos a los ídolos: “No exterminaron a los pueblos que Yahveh les había señalado, sino que se mezclaron con las gentes, aprendieron sus prácticas. Sirvieron a sus ídolos que fueron un lazo para ellos; sacrificaban sus hijos y sus hijas a demonios. Sangre inocente derramaban, la sangre de sus hijos y sus hijas, que inmolaban a los ídolos de Canaán, y fue el país profanado de sangre. Así se manchaban con sus obras, y se prostituían con sus prácticas. Entonces se inflamó la cólera de Yahveh contra su pueblo, y abominó de su heredad”. (Sal. 106:34-40). En Levítico 18:21 se encuentra la prohibición: “No darás ningún hijo tuyo para hacerlo pasar ante Mólek; no profanarás así el nombre de tu Dios. Yo, Yahveh”. Pero los rabinos si lo permiten, con tal de que se cumplan las condiciones que ellos imponen. Esto afirma en Sanedrín 64a: MISHNAH. “El que entrega de su descendencia (semilla) a Mólek no incurre en pena a menos que la entregue a Mólek y la haga pasar por el fuego. Si la dio a Mólek pero no la hizo pasar a través del fuego, o al revés, no incurre en pena, de no ser que haga ambas cosas”.

En Sanedrín 64a y 64b están los debates que definen: a) Las circunstancias bajo las cuales adorar a un ídolo es idolatría; b) que ídolos pueden ser adorados sin incurrir en idolatría; c) que partes y en que combinación en el sacrificio humano de un niño son punibles; d) como puede haber sacrificios humanos de niños sin violar las prohibiciones del Levítico.

Como se estableció arriba: “… la distinción crucial entre matar y asesinar depende de la definición y estado de la vida que se toma – definición que, como observa Feldman, es metafísica y religiosa, más que científica: Y la diferencia entre la vida fetal y la vida humana no la determina el biólogo o el médico, sino el metafísico. Es la determinación de la cultura o de la religión la que declara no cuando comienza la vida, sino cuando esta comienza a ser humana.”

Repito: “Y la diferencia entre la vida fetal y la vida humana no la determina el biólogo o el médico, sino el metafísico... Es la determinación de la cultura o de la religión la que declara…” Lo que como constatamos, es principio general para esta ‘cultura religión’.


Puro cuento…
¿A qué apelaron los rabinos para invertir todo el sentido de la Sagrada Escritura tradicional nuestra? A que Moisés se pasó cuarenta días para recibir las Tablas de la Ley, lo que hubiera requerido minutos; de ahí que, según ellos, el resto estuviera dedicado a memorizar la ley oral, la que Jesucristo combatía. No les importa hacer con ello de Dios un embustero con tal de atacar a Cristo. Los herederos legítimos de dicha ley oral, informan, son el pueblo que estaba al pie del Monte Sinaí, al que nosotros recordamos ¡adoraba al becerro de oro!


Hablemos de historia
Lo extraño a todo esto no es la conclusión católica medieval señalando: “La muralla ha sido removida al fin, y pueden verse con claridad los reptiles, los ídolos abominables que adora la Casa de Israel”. Lo increíble ha sido que el profetizado Concilio Vaticano II por la Santísima Virgen en La Salette como apostasía de Roma para entronización del Anticristo, siga 40 años después, avalando que estos rabinos son “hermanos mayores en la fe” cuando Cristo los calificó como “hijos del Diablo” (Jn 8:44).

A través de los siglos, los papas defendieron siempre al pueblo de los judíos condenando de manera unánime su actuación y sus enseñanzas: San Gregorio Magno (590-604); Honorio I (625-38); León VII (936-39); Inocencio III (1198-216); Gregorio IX (1227-41); Inocencio IV (1243-54); Clemente IV (1265-68); Honorio IV (1285-87); Juan XXII (1316-34); Eugenio IV (1431-47); Nicolás V (1447-55); Calixto III (1455-58); Paulo IV (1464-71); Sixto IV (1471-84); León X (1513-21); Julio III (1550-55);Paulo IV (1555-59); Pío IV (1560-65); San Pío V (1566-72); Gregorio XIII (1572-85); Clemente VIII (1592-605); Urbano VIII (1623-44); Benedicto XIV (1740-58); Pío VI (1775-99); San Pío X (1903-14) quien a través de su secretario de Estado el Cardenal Merry del Val aplaudió la publicación de Mons. Henry Delassus “La Conjura Anticristiana” en que se denuncia a masones y judíos. Tomado de “Tradition in Action" – http://www.traditioninaction.org/bev/069bev07-26-2005.htm


Citemos de ello las palabras de dos papas:
San Pío V en su bula ‘Hebraeorum gens’ del 26 de febrero de 1569 condenó especialmente las prácticas de “adivinación, sortilegios, encantamientos y brujería” entre los judíos. Les acusó igualmente de los delitos de usura, robo, de recibir objetos robados y de lucrar con la prostitución. Terminó su bula con las palabras siguientes: “Finalmente, damos por sabidas y probadas cuan ofensiva es la forma en que esta generación perversa (los judíos) hace uso del nombre de Cristo, cuan hostil es a los que llevan el nombre de cristianos, atentando aún contra sus vidas”. Los expulsó de los Estados Pontificios, ya que, adicionalmente a los delitos que cometían, los judíos espiaban a favor de los musulmanes y apoyaban sus planes de conquista que ponían en peligro a la Cristiandad entera. En su Breve del 3 de mayo de 1569: “Sabemos que estos, los más perversos entre las gentes, han sido la fuente de casi todas las herejías”. Uniendo a su gloria de pastor vigilante su esfuerzo evangelizador logró insignes conversiones; y tanto el Gran Rabino de Roma, Elias, como sus tres hijos y un nieto fueron bautizados por él el 4 de junio de 1566 en presencia del Sacro Colegio Cardenalicio.

Gregorio XIII, en un Breve del 27 de mayo de 1581 previno a los fieles y a las autoridades religiosas contra las falsas conversiones de los judíos como un medio para infiltrar a la Iglesia. En su Bula “Antiqua judeorum improbitas” del primero de junio de 1581, estableció las condiciones siguientes para imponer la intervención de la Inquisición:
a) Cuando ataquen los dogmas católicos.
b) Cuando invoquen demonios o les ofrezcan sacrificios.
c) Cuando enseñen a los católicos a hacerlo.
d) Cuando blasfemen contra Nuestro Señor o contra Nuestra Señora.
e) Cuando traten de que un católico abandone la fe.
f) Cuando prohíban a un judío o a un infiel convertirse a la fe católica.
g) Cuando de manera consciente favorezcan a los herejes.
h) Cuando diseminen libros heréticos.
i) Cuando en desprecio a Nuestro Señor crucifiquen a un cordero –principalmente en Viernes Santo—y después escupan sobre él y le arrojen insultos.
j) Cuando obliguen a las nodrizas católicas a echar su leche en los escusados y atarjeas después de haber comulgado.

Con estos dos ejemplos dejamos establecidas la realidad histórica del enfrentamiento entre Cristo y Anticristo, las razones que no pudiendo ser ‘superadas’ indican que si pueden ser, como lo han sido, traicionadas. Asunto obvio para ustedes hoy forzados a elegir entre estos dos códigos jurídicos absolutamente incompatibles; especialmente dadas las sentencias de muerte explícitas en el Talmud. El primer mandamiento “Amarás a Dios sobre todas las cosas’ en la afirmación suprema nuestra ‘Jesucristo es Dios’, califica a quienes lo niegan sustituyéndolo con sus autoridades talmúdicas de ser ellos los idólatras.

De la misma manera que un buen fotógrafo profesional exige realismo a sus servicios de revelado; que los blancos sean blancos puros al igual que los negros para que la gama de grises ajuste a la realidad, el laicismo como punto intermedio solo es máscara, artificio, engaño de aquellos que no pueden decir verdad, porque no hay verdad en ellos.

En otras palabras, señores juristas, sólo por los opuestos se define la realidad: ¡nada de tibiezas conceptuales que los sumarían a aquellos que no pueden decir verdad, porque no hay verdad en ellos!

Y la sentencia de muerte
"R. Joseph dijo, Los eruditos dijeron: se ejecuta a un pagano por la violación de tres preceptos: adulterio, homicidio y blasfemia.

R. Huna, Rab Judah, y todos los discipulos de Rab sostuvieron: se ejecuta a un pagano por la violación de (cualquiera) de las 7 Leyes Noaquidas". (Sanhedrín 57a)


Sólo los extremos explican el mundo actual
Sobre la cómica narrativa talmúdica de los harenes bestiales de Adán en el jardín del Edén, y la indudable penetración talmúdica por medio de las absurdas evolucionadas de Darwin, está la autorización del gobierno Inglés dada en mayo a experimentar con genéticos híbridos de humano y animal para producir aquello en lo que 'su Adán' como es obvio, ¡fracasó! ¡Y ahora lo quieren remediar!
¿Qué decir de la brujería y el satanismo de los que San Pío V entre otros los acusa? Elizabeth Dilling en su obra sita en la misma URL, y bajo el título “The Jewish Religión, Its Influence Today” le dedica un capítulo entero, el VIII, titulado ‘Demonology of the Pharisees’. ¿De donde tanto éxito de Harry Potter? ¡Que forma tan aparentemente inocente de introducir a los rabinos brujos al mundo actual!
¿Todavía no entiende usted la guerra en Irak? ¡Pues en Irak se encuentra Babilonia! Más sagrada inclusive para los rabinos de dicho Talmud que Israel mismo. ¿Se explica mejor ahora el porque de esa masacre lanzada para acabar con armas nucleares que resultaron del todo inexistentes? Repasen el Apocalipsis para una mejor constatación de la Gran Ramera de Babilonia y su concordancia con el mundo actual.

Grandes sorpresas reserva el conocimiento completo de la realidad a los modernos. El Talmud de referencia se halla expuesto en Internet desde el 14 de julio de 2003.


¡Quien como Jesucristo, Dios verdadero!
México D.F. a 21 de junio de 2008
Protesto lo necesario
Luis de Guerrero Osio y Rivas
Ciudadano de la República