jueves, 21 de febrero de 2008



Acción de Inconstitucionalidad 00146 /2007-00


A la Suprema Corte de Justicia de la Nación:
¡Urge echar fuera de la Corte ese delito!

Al Pleno de la Corte:
Ministro Presidente Guillermo I. Ortiz Mayagoitia,
Ministro Mariano Azuela Güitrón,
Ministro Sergio Salvador Aguirre Anguiano,
Ministro José Ramón Cossío Díaz,
Ministro José Fernando Franco González Salas,
Ministro Genaro David Góngora Pimentel,
Ministro José de Jesús Gudiño Pelayo,
Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos,
Ministra Olga María del Carmen Sánchez Cordero de García Villegas,
Ministro Juan N. Silva Mesa,
Ministro Sergio Armando Valls Hernández.

Señores ministros: Hoy vive la nación momentos de angustia; porque perder la razón, caer en demencia como se da en casos aislados es lo que se ha pretendido generalizar imponiendo el feticidio como derecho por ley, y como conducta aceptable para quien quiera practicarlo y sin limitación alguna. Y de la misma manera en que individuos aislados pueden enloquecer, la Nación está perdiendo la razón por la sola aceptación de que se le impongan delitos como leyes.

La ley es reflejo de la salud mental o de la demencia generalizada, y cuando un poder legislativo promueve el satanismo por ley tenemos el deber de exigir el más severo castigo penal para los culpables.

Para que no quede duda de que el satanismo es algo real me permito transcribir de “La Jornada” del 9 de febrero de 2008 los párrafos siguientes de Amy Goodman sobre lo que está pasando en el Congo: “Un aspecto particularmente horripilante del conflicto es la masiva violencia sexual utilizada como arma de guerra. La activista de derechos humanos Christine Schuler Deschryver me contó acerca de los cientos de miles de mujeres y niños sujetos a la violación:“Ya no estamos hablando de las violaciones normales. Hablamos de terrorismo sexual, porque han destruido (no se pueden imaginar lo que ocurre en el Congo)... Hablamos de un nuevo tipo de cirugía para reparar a las mujeres, porque están totalmente destruidas”. Ella describía el daño físico perpetrado a las mujeres, a los niños: uno, dijo, tan bebé que tenía 10 meses de edad. Son actos de violación que implican la inserción de palos, pistolas y plástico derretido. Deschryver estuvo en Estados Unidos como invitada de V-Day, una campaña de Eve Ensler para poner fin a la violencia contra las mujeres, en un intento por generar conciencia pública de este genocidio y apoyar al hospital Panzi en Bukavu, el pueblo de Deschryver.”

¿Pero quien puede limitar esta perversidad al Congo sin tener que negar a las muertas de Juárez y el hecho ampliamente difundido de los narcosatánicos operando en la República desde hace dos décadas? La infestación satánica penetra las instituciones y las cúpulas del mundo, y hasta Paulo VI afirmaba que los humos de Satanás habían penetrado en la Iglesia. ¡Que grave sería, señores ministros, que dieran lugar a que se les acusara a ustedes de satanismo!

¿Y los sacrificios humanos tradicionalmente reconocidos como ligados al diablo?

En medio de la universal dolencia de que basta con cambiar una etiqueta para desviar a millones en distintas direcciones ¿nada les dice el aborto sobre sacrificios humanos?

¿Habrá sido suficiente el cambiar la etiqueta de “sacrificios humanos” por la etiqueta “derechos de la mujer” para cambiar el hecho en sí, o para que con ello se dejara de servir al Diablo?

¿Acaso no es más diabólico por ser precisamente más imbécil, el convertir un delito en un derecho, en su camino para hacerlo después obligación? ¿No ocurre ya en China?

El daño mental hasta aquí consumado es enorme; porque la ley no sólo obliga al hacer o dejar de hacer, sino ante todo a acordar o discordar en el pensar que no puede desligarse, en la unidad integral del hombre, de su actuar.

Por tanto:

Ante la posibilidad de que se atienda la acción de demérito derivada de la IMPOSICIÓN del aborto feticida por la vía legislativa con todos los agravantes del satanismo y de la insania, urge recordar que:

Toda acción de inconstitucionalidad puede referirse a leyes, pero no a delitos.

Ya cometieron el error de dar entrada como ley a un delito tipificado en el C.P.F. bajo el Art. 149-Bis. Delito de Genocidio. Pueden agravar el asunto por el sólo hecho de resolver esta acción de inconstitucionalidad como está planteada.

Aunque se resolviera declarar la inconstitucionalidad de dicha “ley”.

Lo procedente es echar fuera ese delito de lo que debe ser el Palacio de la Ley y no el burdel intramuros de un presidio. Echarlo fuera declarándolo delito de genocidio con la debida reprimenda al Procurador General de la República por no haberlo perseguido oportunamente, y por no haber solicitado los desafueros necesarios.

El delito lo es por razón del daño… y no puede concebirse mayor daño al orden jurídico que declarar bueno lo malo, y malo lo bueno; sobre todo cuando se hace apelando a sofismas con el agravante de confundir la ley con el delito.

Porque los sofismas privan a la conciencia de la inteligencia, impulsan la voluntad hacia el delito, y son la praxis obligada de la anarquía; tan temida, que la historia repite el incesante preferir de los pueblos la dictadura al desorden que asfixia la vida.

¡Y el Diablo está peor que el burro! Lo característico de lo diabólico es la idiotez; y del ocultismo, el serlo por la necesidad de ocultar vergüenzas; que de darse la inteligencia por un instante en el burro a coces habría muerto a los abortistas y demás satánicos sin estorbos de conciencia. La magnitud de la idiotez la he presentado en mis denuncias recientes contra los titulares de la gubernatura del D.F.; del titular de la PGR y de los asambleístas gestores del satánicamente asnal atentado por medio de su imposición legal.

Estas denuncias, presentadas ante la Cámara de Diputados para los respectivos Juicios Políticos y para su automático desafuero obran más abajo en este mismo blog, y la invitación a visitarlo la he llevado de manera personal a cada una de sus once oficinas junto con mi solicitud de audiencias para tratar del tema lo que necesario fuere. La URL es: www.nullacaritassineiustitia.blogspot.com

¿Y cómo llamarían ustedes, ministros y ministras, al que se les hubiera abortado?
Si once homicidios capaces de cambiar los nombres de los titulares de toda la SCJN no fueran suficientes para quitar la ñoñería del tipo penal de la infamia, "aborto" para exigir "homicidio con agravantes" ¿servirán al menos para caer en cuenta del proceder del Diablo y sus mentiras monumentales para arrasar a las naciones?

¿Homicidio o aborto? ¿Cuál de ustedes será el primero en levantar la mano para declararse feto?

¿Cuál de ustedes se hará solidario de la imbecilidad y de la infamia?

¿Cuál de entre ustedes desfila ya en los ejércitos de Satanás para declararnos la guerra a los mexicanos?

¿Cuál de ustedes querrá repetir la faena que hicieron con la Ley Robles para dejar lo penal fuera de toda consideración en sus juicios constitucionales, y poder meter de nuevo a la Constitución de delincuente? ¿O no fue “constitucionalmente” como ya una vez hicieron de un delito una ley al admitirla, y poder así declararla constitucional?

¿Tendrán esta vez la civilidad de informar de que atribuciones se hacen para echar fuera a patadas de la Corte en sus debates, no sólo al Art. 149-Bis del C.P.F., sino toda consideración penal cuando el delito lo es por razón del daño?

SEÑORES MINISTROS Y MINISTRAS: Repito, no puede concebirse mayor daño al orden jurídico que declarar bueno lo malo, y malo lo bueno; sobre todo cuando se hace apelando a sofismas con el agravante de confundir la ley con el delito. Porque los sofismas privan a la conciencia de la inteligencia, impulsan la voluntad hacia el delito, y son la praxis obligada de la anarquía. Y para el caso una anarquía cuya meta es el genocidio del pueblo de México comenzando por los capitalinos.

Respondan ustedes: ¿Es concebible un abogado incapaz de distinguir entre leyes y delitos?

Y dado el caso, ¿debemos emplearlo en la judicatura? Y dado el caso, ¿promoverlo hasta integrar con él la SCJN para así honrarlo y mantenerlo con nuestros impuestos?

Porque Marcelo Ebrard con su perredismo en la ALDF ya nos está haciendo cómplices; al financiar con ellos, con nuestros impuestos, el homicidio de 5 mil 845 inocentes ya contados hasta la semana pasada; junto con la degradación de médicos para la promoción de monstruos satanizados, en transmutación tan honda, como capaz de llevar al registro en bolsa a las funerarias, e impulsarlas a las más elevadas cotizaciones.

¿Tan a salvo de enfermarse se sienten que ya no les alarma que se haya cambiado el juramento de Hipócrates por la satanización de la medicina?

Lo propio del satanismo es la idiotez, y no la hay mayor que la que se hace patente por la negación del Infierno sin el cual no habría justicia para los que cometen delitos monstruosos. En pocas palabras la justicia sería mera ficción. ¿Lo firmarían ustedes?

Y el Infierno es como se describe abajo, casi al final de este mismo blog. ¿Puede acaso dudarse de la validez de esta descripción del Infierno dada por Cristo mismo como merecida por los servidores asnales de pobre Diablo que está peor que el burro?

Y sin olvidar, por caridad, la advertencia contra los falsos curas y profetas que niegan la existencia del Infierno; avalando su intromisión en el tema con una jerarquía que hace recordar a Judas Iscariote. ¡El que toma a Judas por guía en el Infierno para!

¿Será también necesario recordar a los ministros a lo que conduce el tomar un mal abogado?

A juicio de Dios vamos todos señores, y ¿Quién hay como Dios?

Protesto lo necesario.
México D.F., a 20 de febrero de 2008.


Luis de Guerrero Osio y Rivas
Ciudadano de la República