miércoles, 2 de mayo de 2007

Mortífera en verdad...

¡Mortífera invasión de burros!

O ya no hay vergüenza, o la fuga de cerebros es más grave de lo que se pensaba; pero Ricardo Rocha en El Universal este 26 de abril de 2007 (no se lo pierda) llama ‘Victoria Moral’ a lo que de inmediato demuestra es idiota, ¡y para vanagloriarse en ello! Nomás lea:

“Atrás quedaron ya las declaraciones estruendosas y la necedad machacona de estar "a favor de la vida" cuando una y otra vez se explicó que efectivamente hay vida incluso antes del contacto entre el espermatozoide y el óvulo -como la hay en una ensalada que nos devoramos sin remordimiento alguno-, pero que sólo podemos hablar de persona o ser humano a partir de la actividad cerebral que se produce mucho tiempo después”.

Con lo que demuestra que, de haberle abortado su bien dotada madre antes de las doce semanas de su obsesión, él estaría vivo y en completo desuso de sus facultades mentales confundiendo ‘idiotez victoriosa’ con ‘victoria moral’. ¿Cómo? ¡Vaya usted a preguntárselo a él!

Sobre todo, pregúntele de quién heredó su falta de actividad cerebral eternidades después estando tan bien dotada su madre. ¿O será que no tuvo? ¿O que la quiso tanto que sólo vive para balconearla? ¡No creerá usted que estos perredistas son capaces de desear a criaturas indefensas lo que no quisieran para sí mismos! ¿O Sí?

En cuanto a “una ensalada que nos devoramos sin remordimiento alguno”, no es su canibalismo lo que ponemos en duda, sino su racionalidad.

Y es que ya tienen 30 años probando que están más descerebrados argumentando, que deshumanizados abortando. Que su meta es más despojarnos de nuestra racionalidad que derramar sangre. Que más objetan que otros piensen, a que vivan.Todo esto da lugar a exigir un aborto tardío ―ya que por sus facultades demuestran ser abortos inconclusos― para todos los promotores del aborto tempranero. ¿Puede alguien fuera de ellos poner objeciones?

Piénsese en las ventajas:
  • El rastro para los asnos culpables, en vez de para criaturas inocentes de toda burrez letal. ¡Hagamos patria! ¡Viva el rastro!
  • Reconocimiento al valor de la tradición contra el modernismo. El código penal tradicional se elaboró para limpiar las calles de delincuentes, el nuevo para fijarlos en los más altos puestos del gobierno para que delincan legislando el crimen como virtud ¡y viceversa!
  • El Código Penal anterior servía para combatir el fraude, el nuevo orden fraudulento para dotarlos de la permanencia de Fidel Castro y de Hugo Chávez, que si tales muertes ya cometen legislando... ¡Imagínese para su permanencia las que irán dejando!
  • La abolición de puestos inútiles como el tradicional monopolio en el ejercicio de la acción penal en materia federal del Procurador General de la República, que aún no cae en cuenta del genocidio implícito en despenalizarlo todo, promoviendo feticidio, eutanasia, homosexualidad, y toda forma de idiotez.
  • La divulgación de la existencia de las únicas leyes que defienden a México del genocidio: Art. 149-Bis; del terrorismo: Art.139 (muerte indiscriminada de cuantos se pueda por actos legislativos más potentes que una bomba); y traición a la patria: Art. 123; todos ellos del Código Penal Federal, ocultados de facto por el Procurador y el sistema con el apoyo por años de Guillermo Bustamante Manilla de la Unión Nacional de Padres de Familia y de Jorge Serrano Limón de Pro Vida, los cuales se niegan a exigir los desafueros y consignaciones penales que la Constitución Federal establece en su Título Cuarto. Están ustedes a salvo por ese lado, partidarios de la Gran Ramera y de la muerte, por lo poco que habrá de servirles en su lucha contra el Gran Dios de la Pureza y de la Vida.
  • El rastro para los comunicadores que, sabiendo que el hombre sin la religión y sin la ley es sólo una bestia, promueven el laicismo para acabar con la religión; y la despenalización para acabar con la ley; liberando cual pseudo teólogos blasfemos ¿a toda velocidad? ¡A toda bestia!
  • El ahorro de los fondos públicos que destinados hoy a la corrupción y a la muerte, deben ser destinados a la educación y a la vida.

Por supuesto que el Diablo está peor que el burro, de otra manera, ¿cómo explica usted a sus secuaces? Nos alegramos por lo demás que alguien vea más clero existiendo que el que alcanzamos a ver actuando.